Por qué nos volvimos veganos
¿Por qué nos volvimos veganos? Pasar de una dieta balanceada clásica a comer a base de plantas, fue un proceso que nos tardó un poco más de tres años. Primero dejamos la carne roja, blanca y el pescado; meses después los embutidos y recientemente los lácteos, huevos y todo alimento que contuviera cualquier producto de origen animal.
3 razones fundamentales
Actualmente hay muchísima más información que ronda en cuanto al veganismo y muchos lo identifican como una moda, pero solo porque muchas más personas estén hablando de ello no significa que se daba hacer oídos sordos o que sea una tontería más.
En nuestro caso fueron tres puntos claves que nos llevaron a alimentarnos así: salud, crueldad animal y medioambiente.
Salud. Si bien a la edad que tenemos (30 años) no presentamos complicaciones de salud, desde que eliminamos los alimentos de origen animal nos hemos sentido muchísimo más livianos, con mucha más energía durante el día, dormimos mucho mejor y ya no sufrimos de problemas estomacales, gases, acidez, etc.
A nivel energético se ha hecho notar sobretodo a la hora de ejercitar. Hacemos ejercicio cada mañana, 6 veces a la semana, lo cual nos requiere una buena alimentación y desde que eliminamos todos los productos de origen animal, no solo que tenemos mucha mas energía para sobrellevar el entrenamiento sino que nos cuenta mucho mas cansarnos y tener esa sensación de que vamos a morir ahí mismo.
Crueldad animal
La mayoría de las personas que comen carne son completamente conscientes del terror que vive el animal antes de acabar en un plato. Creo que ninguno de nosotros sería capaz de soportar ni siquiera 24 hs viviendo como lo hacen todos ellos y eso debería generarnos una alarma siempre que nos quede algo de empatía.
Hay muchos de nosotros que se excusan en: “son animales que están hechos para ser comidos”, claro, las hembras son embarazadas con el fin de dar a luz a seres que se convertirán en comida pero así y todo, nacen con un sistema nervioso, sintiendo dolor, miedo, angustia, frío, calor, necesidad de cariño y recreación, tal y como cualquiera de nosotros. Si nos ponemos a ver las condiciones en las que viven, los maltratos que reciben, la cantidad de antibióticos que toman, el aire podrido que respiran (porque viven encerrados y entre animales enfermos y muertos), la poca luz que ven en su vida, el estrés que sienten 24/7, entenderás en segundos que es inhumano y que es justamente eso lo que te llevas a la boca bajo la etiqueta: “Lo que necesitas para ser grande y fuerte!”.
sin un lugar donde vivir
Medioambiente. Contrariamente a lo que dicen los artículos que aparecen en la primera y segunda página de resultados de Google, la industria ganadera es responsable del mayor índice de contaminación a través del GEI y los mismos encargados de esta industria lo confirman. Si buscas el informe que realizó la ONU en 2006, verás como desarrollan a fondo esta afirmación y entenderás que lo de cambiar un popote de plástico por uno re utilizable, es mas que nada querer tapar el sol con un dedo y ser “cool”. El plástico también es un gran problema, no digo que no, pero no es el mayor de los problemas ahora mismo.
Sino nos interesamos en dejar de comer carne ni por salud, ni por empatía, nos queda el entender que en unos pocos años más nos quedaremos sin un lugar donde vivir, puesto que además de la contaminación que genera la crianza exagerada de ganado, utilizan cantidades ridículas de agua potable y son la razón de la deforestación, la misma por la cual se recaudan fondos a través de las redes sociales… irónico, ¿no?
¿Por qué nos volvimos veganos?
¿Por qué nos volvimos veganos?
Al día de hoy con los daños que se han causado al planeta y las condiciones de producción, no nos podemos seguir basando en lo que comía el hombre prehistórico. De ninguna manera podemos seguir comparándonos con ellos desde ningún punto de vista y aquí es donde se me ha planteado la siguiente pregunta: si el sistema de alimentación que nos plantean está tan bien, ¿por qué hay tantas pero tantas personas muriendo de diabetes, obesidad, problemas cardíacos, etc?
Descubrir que no necesitaba comer carne y lácteos para estar fuerte, ha sido todo un alivio puesto que aunque me repugnara el olor y el gusto del huevo; la textura, sangre y grasa de la carne, por poner algún ejemplo, siempre me sentí obligada a comerlos puesto que era lo que me daría todo para estar sana y fuerte. Una vez que empecé a descubrir que podía obtenerlo todo de alimentos que no me repugnaban, fue como volver a la vida y sentirme a gusto conmigo y con el mundo.
He querido transmitir esta información con varias personas allegadas y la devolución ha sido casi nula, por lo que soy consciente de que no es información que le siente bien a cualquiera y en cualquier momento de nuestras vidas, es un proceso y varía de persona a persona.
Incluso hay personas que no fuman, no toman, son activos, hacen deporte y aún así sufren de problemas de salud pero, cuando les hablas de cambiar sus hábitos alimenticios, es como si fueras el mismísimo diablo…
Ambos nos sentimos muy bien y queremos ser un testimonio más de que es algo normal, que está en armonía con nuestra naturaleza y el mundo donde vivimos, y que solo nos ha traído cosas positivas!
Buscando información sobre nuestras tendencias naturales de alimentación, encontré este artículo que podría interesarte.
¡Hasta la próxima!
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