Esta es la experiencia de Daniela en el extranjero, una chica mexicana de 28 años que decide dejar su vida atrás para apostar por la persona que la hace feliz.

¿Cómo y cuándo surgió la idea de emigrar?

Estábamos a mediados del año 2017. Hacía ya un tiempo que me encontraba en pareja con un chico de mi ciudad hasta que un día me dijo que se quería ir a probar suerte al extranjero y así fue, solo que a mí me tocó quedarme y seguir con mi vida normal…
Unos meses después, decidimos que ya era tiempo de vernos y luego de lograr ahorrar lo suficiente fue que armé mis valijas y me fui.

¿Cuál fue el primer destino?

El destino era Toronto, Canadá. Mi novio se había ido a probar suerte, a ver como sería la vida allí pero yo iba solo por dos meses de visita.

¿Viajaste sola o acompañada?

En esta oportunidad viajé sola y fue difícil puesto que si bien ya había viajado, este sería mi primer viaje sola y a un país que no conocía. Por otro lado la situación en sí también me daba muchos nervios ya que con mi pareja teníamos poco tiempo de conocernos y realmente no sabía que podría pasar.

¿Cómo se dieron las cosas una vez que llegaste a destino en cuento vivienda y trabajo? ¿Y en cuánto a la gente?

Para empezar yo solo iba de vacaciones. Empezó a pasar el tiempo, las cosas con mi pareja avanzaban bien y viendo como era la vida allí, decidí quedarme! Obviamente ni el airbnb que había reservado, ni la ropa que me había llevado, ni el dinero eran ya suficientes pero ahí estaba yo, iniciando una nueva vida desde cero con la persona que quería y en un nuevo país. Y como sucede cada vez que iniciamos algo de cero, no todo fue color de rosa.
La vivienda fue todo un problema. Si bien en Toronto conseguir vivienda no es lo más complicado del mundo, la casa que alquilábamos pertenecía a alguien que entraba sin pedir permiso, que corría a nuestros amigos cuando iban a visitarnos, incluso nos llegó a mandar a la policía por dejar un auto estacionado en la puerta. Obviamente no nos quedó otra opción que mudarnos y lo hicimos a una casa que estuvo bien hasta que quisimos adoptar una mascota y no nos lo permitieron, entonces nos tocó movernos otra vez.
Finalmente conseguimos un lugar que es el que tenemos actualmente, a un precio mas elevado pero donde respetan nuestra intimidad y donde podemos tener una vida normal.En cuanto al trabajo, si bien he conseguido, yo resido de forma irregular y ese me ha complicado en cuanto al salario y por el hecho de ser mujer. Para las mujeres es mas difícil de conseguir trabajo entonces al principio me pagaban menos que el mínimo, luego me pasó de trabajar y que nunca me pagaran y así estuve hasta agarrar experiencia y saber lo que valía mi trabajo. En cuanto a las experiencias fui variando entre mesera, limpieza, demolición y remodelación de casas, quitar nieve y como pintora.

¿Te ha tocado vivir alguna mala experiencia que desees compartir?

Pienso que lo peor ha sido matarme trabajando y que no me paguen, sobretodo teniendo en cuenta que ese mal actuar fue de parte de otro latino. Y por otro lado el tener que vivir sin tacos! Es lo que más extraño y es realmente difícil vivir sin ellos 🙁

¿Cuál sería tu conclusión respecto a vivir en el extranjero? Si tuvieras que dar solo un consejo a alguien que piensa seguir tu mismo camino, ¿qué le dirías?

Mi conclusión es que por mas que a veces sea difícil, el vivir en el extranjero lejos de tu zona de confort te cambia mucho la manera de pensar, te hace valorar cosas que tenías que para ti eran normales pero que ya no tienes y sin duda te hace ver la vida de otra manera. Si hay alguien leyendo esto que quiera viajar y probar una nueva vida, que sepa que no es fácil pero que vale mucho la pena y que con esfuerzo siempre se sale adelante.

Y esta era la historia de Daniela, que por amor se fue a lo desconocido y terminó no solo viviendo una hermosa historia de amor sino viviendo cosas y experiencias que nunca imaginó vivir.
¿Tu corazón te pide irte? Escúchalo. ¡Hay un universo desconocido que te espera!

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